La cara de Carlos fue el reflejo del alma...., creo que sorprendido, ¿no?.
Esta es una vista de la cara de relax que tenía el elefante dentro del baño de burbujas relajantes que preparamos bolita a bolita.
Este fue el aspecto final de la tarta, no sé quién estaba más agotada si el elefante o yo..
Y esto lo que quedó después del "indulto temporal" del elefante:
Felicidades Carlos!!!
Eyyyyyyyyyy!!!!! i molt bona que estava!! ajajajaja.
ResponderEliminarHas visto como sí me seguías!!!.
ResponderEliminar1b7