Bueno, pues aquí estoy de nuevo..... intentando recuperar el ritmo de actualización del blog, pero me cuesta muchísimo ponerme delante del ordenador después de todo el dia sin parar.
La tarta la preparé para la pequeña de la familia que celebraba su bautizo. Es una niña muy especial, y su tia (vamos, yo) después de un curso intensivo con examen final incluido, acabé super-agobiada, pero aún y así, era imposible dejar a esta preciosidad, sin su tarta.
Por lo que el sábado por la tarde, me puse a darle vueltas al diseño, y cuando la vieron me dijeron "Es una tarta como muy de bautizo, ¿no?", yo me reí y le dije que efectivamente la había preparado con esa intención, así que "objetivo cumplido".
Los dos pisos eran iguales, brownie de chocolate negro y rellenos de crema de nocilla blanca. En este caso utilicé la misma crema de nocilla para cubrir la tarta, está haciendo demasiado calor para arriesgar con el gananché de chocolate, ya que como ya sabeis estas tartas no las podemos meter en el frigo. Así que me las ví y deseé para disimular las imperfecciones. Al final, lo solucioné poniendo dos capas de fondant sobre la tarta en lugar de una, realmente no se notaba a la hora de comerla.... ya que las capas no eran excesivamente gruesas, y al poner la segunda, disimulaba muchísimo, y eso era lo que pretendia.
Y lo más importante, la princesa de la casa, disfrutó mucho de su dia.
FELICIDADES, GUAPÍSIMA!!!
Notas:
- La blonda de corazones, me la regalaron y es de IKEA.
- Pegué las dos capas de fondant entre ellas con pegamento comestible.
- Para hacer los dos pisos, cada piso va sobre su base, y en el piso inferior, inserto 3 "pajitas" que hacen de soporte del piso superior.
- La decoración en plata son perlas de azúcar de la marca mandarín compradas en los supermercados "mas y mas", y pegadas al fondant con pegamento comestible.
- Las perlas de la cruz, son perlas de azúcar ivory (marfil).